El mono tocón de San Martín (Plecturocebus oenanthe) fue descrito por Thomas en 1924. Todas las descripciones morfológicas realizadas hasta la fecha sobre la especie, destacan como característica más representativa el penacho de pelos blanquecinos que rodean la cara en forma de anillo. Sin embargo, diversos autores argumentan que este rasgo es variable y que se han encontrado individuos en el Alto Mayo que no presentan dicho carácter morfológico bien marcado. Las investigaciones realizadas por Proyecto Mono Tocón han corroborado que existen diferencias de coloración en la especie, desde individuos con un anillo blanco bien marcado hasta individuos mucho más oscuros, rojizos y sin anillo aparente. Lo más interesante de estas recientes observaciones es que existen argumentos considerables que evidencian una posible correlación entre la coloración de los individuos y el rango de distribución de la especie.
En cuanto a la nomenclatura, Plecturocebus oenanthe era conocido anteriormente como tocón andino, pero su distribución no llega a grandes alturas (Bóveda-Penalba et al. 2009), y al ser endémico de San Martín fue nombrado como el tocón de San Martín. Esta denominación refleja claramente que esta especie se encuentra exclusivamente en este departamento. También es conocida localmente como mono tocón, llama lluvia o "sugkamat" en lengua awajún.
Antes de 2007, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la especie estaba catalogada como vulnerable. La información cedida por Proyecto Mono Tocón provocó una recategorización de su estado de amenaza a en peligro crítico de extinción.
En 2012 el mono tocón de San Martín fue enlistado dentro de las 25 especies de primates más amenazadas del mundo, insistiendo en la necesidad de tomar medidas urgentes de conservación.